Cielo de octubre Diario de viaje: parada en Filadelfia, Pensilvania
Esta noche paramos en el Voltage Lounge de la buena y vieja Filadelfia. Lo único que entusiasmaba a las bandas: Philly Cheesesteaks.
Si hay algo que he aprendido en el camino es que aprendes a apreciar mucho más las cosas. Reflexionas sobre ti mismo y sobre lo que puedes mejorar. Reflexionas sobre tus amistades y relaciones con las personas que te rodean. Aprendes a apreciar cosas como tomar una ducha caliente y dormir en una cama de verdad.
En el camino te das cuenta de quién está realmente ahí para ti. Sabes quién te respalda y te apoya en tus decisiones profesionales. A veces, la gente no puede aceptar que estés en el camino, y no necesitas ese tipo de negatividad cuando estás siguiendo tus sueños y pasiones.
El año pasado, cuando asistí a la orientación en mi universidad, estaba inscrita en el programa de Administración de Empresas. Durante la conferencia, el profesor me dijo: “Si tienes un plan B, ¿qué haces aquí? Sigue tu corazón y haz lo que te haga feliz”. Al día siguiente cambié mi especialidad a Relaciones Públicas y Gestión Musical.
Ahora estoy en Filadelfia, de gira con bandas y haciendo lo que me encanta. Como ya he dicho antes, las giras no son todo diversión y juegos. Hay que saber adaptarse a las circunstancias.
Un buen ejemplo de eso sucedió esta noche en el Voltage Lounge: el aire acondicionado estaba roto, lo que hizo que la noche fuera muy calurosa. La zona de merchandising estaba en el segundo piso y, por supuesto, todo el mundo sabe que el calor sube. Los otros chicos del merchandising (Kris, de Assuming We Survive y Jared, de Icon For Hire) lo manejaron como campeones.
Admito que hoy me costó un poco más cargar el equipo debido al calor, pero gracias a mucha agua y a la ayuda de Karl y Alex, todo estuvo listo y listo. Terminamos teniendo una de nuestras mejores noches de ventas en Filadelfia, lo cual fue una locura. ¡A pesar del calor, nos fue muy bien!
Siempre nos sentimos muy agradecidos cuando a los fans les encanta lo que hacen los chicos y compran productos. Nunca lo damos por sentado.
Después del espectáculo volvimos a subirnos a la autocaravana y pasamos allí la noche otra vez para llegar a Boston.